Hyperloop de Elon Musk
Un hyperloop es un sistema de transporte de alta velocidad propuesto tanto para el transporte público como para el de mercancías. La idea fue recogida por Elon Musk para describir un proyecto moderno basado en el concepto de vactrain (aparecido por primera vez en 1799). Los sistemas Hyperloop constan de tres elementos esenciales: tubos, vainas y terminales. El tubo es un sistema grande, sellado y de baja presión (normalmente un túnel largo). La cápsula es un vagón presurizado a presión atmosférica que circula prácticamente sin resistencia del aire ni fricción por el interior de este tubo mediante propulsión magnética (en algunos casos aumentada por un ventilador en conducto). La terminal gestiona las llegadas y salidas de las cápsulas. El Hyperloop, en la forma inicial propuesta por Musk, difiere de los trenes vacacionales en que se basa en la presión residual del aire dentro del tubo para proporcionar sustentación mediante aerovías y propulsión mediante ventiladores.
Empresas de Elon Musk
Allá por 2013, Elon Musk publicó un libro blanco en el que describía lo que él llamaba el “Hyperloop”, un nuevo modo de transporte consistente en construir un entorno de vacío casi duro en un túnel o tubo con el fin de mover vehículos eléctricos a altas velocidades de forma más eficiente en su interior.
En su momento, Musk lanzó la idea y animó a otras empresas a correr con ella. Se fundaron varias empresas en torno a la idea, pero casi una década después aún no hay aplicaciones comerciales del sistema, aunque sí algunos prototipos por ahí.
Las principales aplicaciones de los túneles de TBC han sido los “bucles”, similares al Hyperloop pero sin el entorno de baja presión. La empresa se centra en el desarrollo de bucles bajo ciudades, como su primera aplicación comercial en Las Vegas, pero también ha estado trabajando en algunas propuestas de sistemas Hyperloop para conectar ciudades a distancias más largas.
La idea es que el sistema hyperloop recree el entorno de baja presión en el que volaría un avión a gran altura, pero sobre el suelo, o bajo tierra en el caso de los túneles. A diferencia de los aviones, con el Hyperloop no se perderá tiempo y energía ascendiendo y descendiendo. En su lugar, todo consistirá en acelerar y desacelerar. También se ahorra tiempo y espacio en el embarque en comparación con los aviones.
Elon Musk antes
En 2013, Musk propuso un sistema Hyperloop que succionaría pasajeros en cápsulas a través de un tubo de vacío de Los Ángeles a San Francisco a 760 millas por hora -más de tres veces más rápido que el tren bala del estado entonces en construcción prometido y a una fracción del coste. La propuesta de Hyperloop de Musk, de 58 páginas, causó revuelo y llevó a muchos en Silicon Valley y en todo el estado a preguntarse si el monumental proyecto de California había quedado obsoleto.
Luego salió a la luz que el hombre más rico del mundo nunca tuvo intención de probar la futurista tecnología Hyperloop ni de construir el tubo de succión propuesto. Al parecer, Musk dijo a su biógrafa, Ashlee Vance, que la propuesta de Hyperloop estaba motivada por “su odio hacia el sistema ferroviario de alta velocidad propuesto por California”, que consideraba demasiado lento, anticuado y caro. “Con un poco de suerte, el tren de alta velocidad se cancelaría”, escribió Vance.
A los estadounidenses les encantan sus coches, y Musk ha aportado una innovación pionera con el Tesla. Pero los vehículos, ya sean eléctricos o de gas, siguen siendo un medio de transporte poco seguro y de baja capacidad. Si redoblamos el monopolio del automóvil sobre el sistema de transporte de superficie, nos dirigimos hacia un futuro de congestión cada vez peor que ahoga nuestra economía, retrasa nuestra lucha contra el cambio climático y sigue matando a unas 40.000 personas en las carreteras cada año.