Cómo afecta la lluvia ácida al medio ambiente
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La lluvia ácida es el resultado de la mezcla de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) con agua en la atmósfera, que cae al suelo en forma de lluvia o nieve. En algunos casos, los contaminantes ácidos del aire también pueden depositarse en la tierra por sí solos, antes de combinarse con la humedad – un proceso conocido como “deposición seca”.
Las emisiones de SO2 proceden de centrales eléctricas que queman petróleo o carbón para generar electricidad y de la combustión industrial de combustibles fósiles. Las emisiones de NOx proceden de las mismas fuentes, así como de los vehículos con motores de gasolina y diésel.
Cuando los contaminantes ácidos del aire caen al suelo en forma de lluvia, nieve o por sí solos, reducen los niveles de pH de lagos, ríos y suelos, y dañan los bosques, lo que provoca una serie de problemas medioambientales. En concreto, la deposición ácida:
¿Cómo resolvimos el problema de la lluvia ácida?
El problema de la lluvia ácida en Europa y Norteamérica ha disminuido en gran medida gracias a controles más estrictos de las emisiones de SO2 y NOx, como la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos de 1970, el Acuerdo sobre Calidad del Aire entre Canadá y Estados Unidos de 1991 y medidas similares en Europa.
¿Cuándo se solucionó el problema de la lluvia ácida?
Las precipitaciones tóxicas desaparecieron del radar en 1990, cuando el Congreso aprobó una enmienda a la Ley de Aire Limpio que exigía importantes reducciones de los tipos de emisiones que provocan la lluvia ácida. Las emisiones han disminuido considerablemente desde entonces, pero el problema dista mucho de haber desaparecido.
10 formas de reducir la lluvia ácida
Lluvia ácida: Se define como la precipitación que tiene un rango de pH ácido. En términos sencillos, se puede describir como un alto nivel de iones de hidrógeno en la lluvia que la hace ácida. Este tipo de lluvia es peligrosa para la vida acuática, las plantas, los animales, las infraestructuras, etc.
La lluvia ácida es el resultado de una reacción química entre los contaminantes de la atmósfera. Compuestos químicos como los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre están presentes en el aire, donde suben a la atmósfera y reaccionan con el oxígeno, el agua y otros contaminantes, dando lugar a la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos como los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre se emiten al aire desde diversas fuentes. Las principales fuentes son las emisiones de los vehículos, las centrales eléctricas de carbón, la combustión de combustibles fósiles, las refinerías de petróleo, etc.
1. Fuente de energía renovable: Una solución es reducir la emisión de contaminantes atmosféricos que provocan la lluvia ácida. Esto es posible si se sustituyen las fuentes de energía no renovables por fuentes de energía renovables.
3. Equipos de control de la contaminación atmosférica: Las centrales eléctricas de carbón son las principales fuentes de emisión de dióxido de azufre. Los equipos de control de la contaminación atmosférica, como los depuradores, pueden reducir la emisión de contaminantes atmosféricos.
Causas de la lluvia ácida
La lluvia ácida es la lluvia o cualquier otra forma de precipitación que es inusualmente ácida, lo que significa que tiene niveles elevados de iones de hidrógeno (pH bajo). La mayor parte del agua, incluida el agua potable, tiene un pH neutro que oscila entre 6,5 y 8,5, pero la lluvia ácida tiene un nivel de pH inferior y oscila entre 4 y 5 de media[1][2] Cuanto más ácida es la lluvia ácida, más bajo es su pH[2] La lluvia ácida puede tener efectos perjudiciales para las plantas, los animales acuáticos y las infraestructuras. La lluvia ácida está causada por las emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno, que reaccionan con las moléculas de agua de la atmósfera produciendo ácidos.
Se ha demostrado que la lluvia ácida tiene efectos adversos en los bosques, las aguas dulces, los suelos, los microbios, los insectos y las formas de vida acuática[3]. En los ecosistemas, la lluvia ácida persistente reduce la durabilidad de la corteza de los árboles, dejando a la flora más susceptible a factores de estrés ambiental como la sequía, el calor/frío y la infestación de plagas. La lluvia ácida también es capaz de perjudicar la composición del suelo al despojarlo de nutrientes como el calcio y el magnesio, que desempeñan un papel en el crecimiento de las plantas y en el mantenimiento de un suelo sano. En cuanto a las infraestructuras humanas, la lluvia ácida también provoca el descascarillado de la pintura, la corrosión de estructuras de acero como puentes, y la erosión de edificios y estatuas de piedra, además de tener efectos sobre la salud humana[4][5][6][7].
Control de la lluvia ácida pdf
La lluvia ácida, o deposición ácida, es un término amplio que incluye cualquier forma de precipitación con componentes ácidos que caen al suelo desde la atmósfera en forma húmeda o seca. ¿Cómo puede ser ácida la lluvia y cuáles son sus efectos? ¿Qué se está haciendo para prevenir la lluvia ácida? Siga leyendo para descubrirlo.
La lluvia ácida es la lluvia que se ha vuelto ácida por la presencia de ciertos contaminantes en el aire. Es un tipo de precipitación ácida, que puede presentarse en forma de deposiciones húmedas (lluvia, aguanieve y nieve) y deposiciones secas (gases y partículas de polvo). Tanto las deposiciones húmedas como las secas pueden ser transportadas por el viento, a veces a grandes distancias. La lluvia ácida puede caer sobre edificios, coches y árboles, y puede acidificar los lagos. Además, la lluvia ácida también puede ser inhalada por las personas y causar problemas de salud.
La lluvia ácida se produce cuando el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) son emitidos a la atmósfera y transportados por el viento y las corrientes de aire. El SO2 y los NOx reaccionan con el agua, el oxígeno y otras sustancias químicas para formar ácidos sulfúrico y nítrico. Éstos se mezclan con el agua y otros materiales antes de filtrarse en el suelo, causando efectos nocivos.